17 de enero de 2010

Nos ponemos el turbante


Buenos aires en verano es uno de los círculos del infierno que El Dante olvido describir en La Divina Comedia. No son épocas para matar el hambre con un guiso de mondongo o una polenta a la bolognesa, así que echemos mano del taboule, una ensalada de oriente medio bien fresquita y tan fácil de preparar, que hasta un talibán puede hacerla.

Empecemos echando media taza de trigo burgol molido (no me vengan con que es un ingrediente difícil, porque se vende en cualquier parte, y además es barato) en un recipiente grande, y agregando dos tazas de agua hirviendo y un poco de sal. Dejamos que el trigo se hinche y humedezca, durante dos horas. Mientras, vamos picando finito una cebolla mediana (truqito para quitarle el sabor fuerte a la cebolla: una vez picada, metala 20 minutos en un bowl con agua hirviendo y un par de cucharadas de azucar, cuelelá y listo), uno o dos tomates y un pepino en daditos.
Si ya pasaron dos horas, el trigo burgol está bien blandito e hinchado, así que vamos a sacarle el exceso de agua. Ponemos en la palma de la mano, una cantidad mas o menos del tamaño de una nuez y apretamos para quitar el agua sobrante, y repetimos hasta terminar.
Mezclamos el trigo ya libre del exceso de agua, con los vegetales, y agregamos aceite de oliva a gusto, y el jugo de 2 limones, un puñado de perejil picado y uno de menta picada, sal y pimienta a gusto y si hay que quedar bien con alguien, se puede decorar con olivas negras o una ramita de perejil. Ponemos un rato en la heladera para servirla lo mas fría que sea posible.

¿Vio, querido lector? también se puede matar el hambre con comida sana. Sirvasé algo fresco y disfrute su taboule.

10 de enero de 2010

¿tenés calor?

Volar a la antártida es una solución, aunque no la mas rápida, entonces, busquemos algo tan inmediato y accesible como ir hasta la cocina y preparar un tereré natural.
Poné en un vaso o taza grande un poquito de yerba mate, una cucharada de azúcar, una naranja trozada, un par de hielos y completá con yerba.
En una jarra poné el jugo de dos limones y una naranja, azucar, hielo y un litro y medio de agua fresca. Dejá que se enfríe y sebá en la taza como si fuera un mate dulce convencional, agregando una cuchara de azucar cada vez que cebás.
No hace nevar, pero hace tolerable el verano ¿no?